1984-1986

1983-1984

Ha pasado un año desde que el Teniente Coronel Tejero entra en las Cortes, pistola en mano, a intentar "restablecer el orden perdido". Los cimientos de la incipiente democracia parecieron tambalearse durante una noche interminable. Felipe González va camino de su primer año de mandato y se va gestando y echando raíces en la sociedad española esa amalgama de circunstancias que responden al término, acuñado por el PSOE en su programa electoral del año anterior, conocido como "El cambio". El Imperio "RUMASA" del empresario jerezano Ruíz Mateos es expropiado de la noche a la mañana, evidenciando la fragilidad de los pilares en los que estaba basado. Definitivamente, todo está cambiando. ETA sigue su sangrienta actividad de una manera salvaje. Se comienzan a retirar símbolos, calles y estatuas del régimen anterior ante la estupefacción e indignación de los nostálgicos. Se despenaliza el aborto y los sectores más conservadores se rasgan las vestiduras. Pintadas por todas partes, de toda ideología y condición.... Fallece Luis Buñuel... .

En Chile, se producen protestas de forma continuada contra el Régimen del dictador golpista Pinochet. Las replesalias son aterradoras. En Argentina vuelve la democracia tras siete años de terror en forma de dictadura militar.  La gente está cada vez más concienciada con estos temas.

Entretanto, los jovenes vamos descubriendo los secretos de la vida, conscientes del momento crucial en el que nos encontramos. Todavía quedan muchos resquicios del orden anterior. La música llega con cuentagotas. Comienzo a escuchar los legados de nuestros hermanos mayores, la época de oro. Artistas como Led Zepellin, Jimmy Hendrix, Janis Joplin o The Who ya se pueden encontrar en forma de vinilo. Empiezan a abrirse tiendas de discos especializadas donde podemos acceder a la música de los 50, 60 y 70, prácticamente inasequible en décadas anteriores. En las radios comerciales sólo suena la música vendible del momento, pero comienzan a surgir emisoras locales, que programan espacios especializados. Escucho por primera vez "Ventana al pop", dirigido por Blas Fernández y  me voy interesando cada vez más por los grupos españoles que por los clásicos que escuchan mis amigos. Soy un tipo raro en este aspecto. A Sevilla no han llegado aún los ecos de aquello que se está gestando en Madrid que luego se llamaría "La Movida". Quien me iba a decir en aquél año que iba a presentar en ese programa la primera maqueta de mi primer grupo varios años después... .

Descubro por casualidad la revista Discoplay, que te enviaba los discos por correo, y me suscribo a ella. Es aquí donde voy a descubrir la gran mayoría de los grupos que iban a influir en mi vida en los siguientes años.

Me compro mi primer radio cassette, donde comienzo a grabar cintas personalizadas con recopilaciones propias. Mi primer vinilo, comprado varios años atrás, no deja de sonar en el equipo Bettor-Dual que hay en el salón de mi casa. Se trata de "Rock and Roll", de Tequila. No hay día que no me suba a una silla y cante sus canciones delante del espejo. Me sé el disco de memoria (letra, música y arreglos de instrumentos). El virus está inoculado. Espero con impaciencia el momento de formar mi propia banda de rock and roll.

Comienzo a tener mis primeros escarceos con el sexo femenino y voy descubiendo que es un mundo inmenso, inagotable, raro, sorprendente, imprevisible, maravilloso, complicado... . Decido ir poco a poco en este tema e intento no forzar ninguna situación. Simplemente, me dejo llevar... Y no me va mal. No soy un tipo convencionalmente guapo. Soy delgado y de facciones acusadas, pero no tengo ningún problema en este aspecto. Lo cierto es que tampoco soy feo. (o eso creo)... y no me puedo quejar de mis primeras experiencias. Tengo muy buenas amigas...

Comenzamos a descubrir la noche. Primeros bares, primeros besos, primeras tomas de conciencia, primeras discusiones, primeras decepciones, primeras sorpresas de todo tipo, primeras borracheras... . Con las drogas más "duras", el contacto va a ser mucho más tardío. Las experiencias con nuestras generaciones anteriores han sido nefastas y tenemos la lección bien aprendida. Todos conocemos a alguien que ha caido de una sobredosis o está en situación lamentable. No nos interesa en estos momentos. El alcohol es más que suficiente para la inhibición y lo utilizamos cada vez que salimos como forma de socialización. Sin problemas... .

Mi hermano mayor lleva un tiempo con síntomas extraños. Al parecer, padece esquizofrenia y el periódico le habla. Comienza a tener conversaciones sólo mientras yo estudio en mi cuarto... .

1985-1986

Siguen siendo años convulsos en España. Comienzan a calar en la incipiente nueva sociedad nuevos valores, impensables sólo unos años antes. La mujer empieza a incorporarse en los cuerpos de seguridad del estado. ETA sigue matando y una parte importante de la sociedad sigue justificando estos actos o mirando para otro lado ante el estupor de la otra parte. Mientras tanto, todo sigue su curso y el país se incorpora a la CEE, evidenciándose que el camino hacia la nueva situación es un proceso ya irreversible en un territorio donde la línea que separa a vencedores y vencidos sigue siendo muy gruesa. El gobierno socialista, con Felipe González al frente, convoca un referéndum sobre la conveniencia o no de entrar en la OTAN, provocando un debate nacional y aconsejando a los votantes del PSOE que se decanten por el SÍ, opción que resulta vencedora con escaso margen de diferencia. Felipe González vuelve a salir elegido por mayoría absoluta en las siguientes elecciones, sin embargo, se empieza a percibir en el ambiente el desgaste del partido. ETA sigue matando... .

Entretanto, yo sigo mi vida en el Instituto. Nuestro grupo de amigos vivimos en riguroso directo los sueños adolescentes. Formamos una pandilla y nos ponemos nuestro propio nombre para diferenciarnos del resto: "Los Sapos". Llegamos a escribir hasta nuestras propias reglas y a poseer nuestro propio "uniforme", que nada tiene que ver con ninguna tendencia estética definida. Cada uno viste a su manera y nos unen dos vínculos comunes y básicos: la música y las ganas de pasarlo bien... . Vamos a conciertos, salimos de bares, tenemos aventuras de toda índole con chicas... y nos sentimos orgullosos de formar nuestro grupo de iguales. Carecemos de ideología política grupal, aunque cada uno tiene la suya propia. Es una época donde todo está muy politizado. En nuestro "grupo" cabe cualquier forma de pensar, siempre y cuando se respeten las reglas, que quedan reflejadas punto por punto en un cuaderno escrito a mano. La regla número uno evidencia la idiosincrasia del grupo: "Queda terminantemente prohibida una actitud pesimista que pueda influir en el ánimo de los demás"...

La música es uno de los pilares de cohesión. El rock español alternativo aún no tiene cabida en emisoras comerciales y buscamos discos y referencias a través de revistas especializadas y emisoras locales. "Ventana al Pop", en Radio Aljarafe, con Eva Tovar y Blas Fernández, se convierte en cita radiofónica obligada para estar al tanto de nuevas tendencias y de lo que se cuece en la ciudad. Poco antes (quizá dos años) ha comenzado en primavera el ciclo "Cita en Sevilla", con vocación de continuidad anual y comienzan a venir a tocar a la ciudad bandas de rock, pop, punk, jazz, blues, etc, tanto nacionales como internacionales, de gran repercusión. Comienzan a surgir grupos locales al amparo de la coyuntura existente. Los gobiernos municipales, socialistas en su mayoría, subvencionan estos eventos, no ya por fomentar la cultura alternativa, sino también a sabiendas de los réditos electorales que podrían obtener en una juventud ávida de nuevas formas de expresión, que rompieran con el oscuro pasado.

En esta ciudad de contrastes somos pocos los que escuchamos rock en español. Por un lado están los que no les interesa nada la música patria del momento, ni ninguna música que se salga de los cánones establecidos. Por otro, los que llevan por bandera que la vanguardia siempre viene de fuera y consideran que la cultura alternativa siempre es "mejor" allende de nuestras fronteras. En un terreno intermedio estamos nosotros... y algunos más.

Con este caldo de cultivo como telón de fondo, comenzamos a frecuentar bares de toda índole. Todavía no se practica la botellona, tan extendida después como forma de socialización y pertenecemos a la última generación que usa los bares, no sólo como lugar expendedor de bebidas, sino como parte consustancial de la cohesión social en la que nos hallamos. En los bares se charla, se conoce gente, se escucha música y se habla de ella. Se conocen nuevas y antiguas bandas, se liga y se ama, se pelea y, además de todo eso,... se bebe. Estamos en una época de pesimividad consentida y se abren bares de todo tipo. Cada tribu urbana tiene sus bares y se interrelacionan en ellos, y surgen en espacios reducidos, en garajes, en locales comerciales, en antiguos cines, etc. Aparecen bares en el centro y en algunos barrios pero, como regla general, hay pocas zonas de ocio y, en ellas, se concentra todo. Esta circunstancia contribuye a que se formen grandes vínculos entre los individuos con inquietudes, lo que fomenta un trasiego de ideas e iniciativas que circulan por la ciudad en incontables direcciones.

Nosotros hemos tomado como Cuartel General  el Bar Trafalgar, en el barrio de Los Remedios. Hemos empezado a frecuentarlo porque el tinto con limón está a 35 pesetas, circunstancia esta que viene muy bien a nuestras maltrechas economías de estudiantes adolescentes. En este espacio suena una y otra vez un disco en directo de Joaquín Sabina que choca de lleno con nuestras expectativas musicales por lo que, en un alarde de valentía sangolotina, le recrimino al encargado que cambie de cinta alguna vez a lo que me responde, en un tono entre amable y chulesco, que si quiero escuchar música que la lleve yo.

Este momento va a suponer un antes y un después en nuestras vidas, y en las de muchos otros. Le digo que vivo cerca y que, si está hablando en serio, se la traigo en ese mismo momento, y me responde afirmativamente. Salgo a paso acelarado hacia mi casa y cojo una joya en forma de cassette de 90' que contiene por la cara A un compendio de grupos españoles de rock incipientes (Rebeldes, Loquillo, Desperados, 091, Montana, Enemigos, etc) y por la cara B clásicos del rock (Chuck Berry, Budy Hollie, Little Richard, Chubby Checker, etc)... A partir de este momento el Trafalgar se convierte en nuestra casa.

Mi hermano sigue muy mal, cada vez peor. Ya ha tenido una crisis con hospitalización y una evidencia de intento de suicidio. Yo sigo pensando que se va a curar seguro, que sólo es cuestión de tiempo. Lo peor está aún por llegar y, por si fuera poco, mi hermano menor comienza a comportarse también de un modo extraño... .










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