EL CONSPIRANOICO, ESE ESPECÍMEN...


EL CONSPIRANOICO, ESE ESPECIMEN...

Por increible que parezca, la palabra "conspiranoico" no está incluida en el diccionario de la Real Academia Española. Sin embargo, todos conocemos en nuestros círculos y, fuera de ellos,  algún conspiranoico reconocido como tal.

El conspiranoico es un tipo que, a diferencia de lo que pueda aparentar, no se complica la vida. Todos sus problemas existenciales los resuelve echándole la culpa de todos sus males a elementos externos. Para él, gran parte de las cosas que suceden en la vida, son producto de estrategias hábilmente desarrolladas por "otros" para joderles la vida. Los conspiradores nunca tienen nombre ni apellidos. Para ellos son grupos secretos de personas, generalmente "poderosas" que planean acontecimientos con fines oscuros y malintencionados.

Conspiranoicos los hay de las más variadas formas y condición.

Están por un lado los conspiranoicos "del más allá". Estos resuelven todo de una manera sencilla y práctica. No se complican ni se andan con rodeos de ningún tipo. Hay otras civilizaciones que nos manejan a su antojo y todo pasa según prevean estos. Son innumerables las "pruebas" que pueden llegar a sacar para convencer al resto de los humanos de que esto es así. Figuras de alienígenas en vestigios de civilizaciones antiguas, señales secretas para naves extraterrestres, experimentos no oficiales que descubre alguien, etc... (en este último caso, este "alguien" o muere en circunstancias extrañas o desaparece misteriosamente, pero que difícil es escuchar su opinión).

Otro tipo de conspiranoico es el conspiranoico antisistema. Estos lo tienen clarísimo... Todo lo que pasa es porque el enemigo conspira contra ellos. Para este tipo de conspiranoico sólo hay dos tipos de humanos. Los malos y los buenos. Los malos son "el sistema", cuyos pilares son el poder económico y el poder político y los demás (los buenos) son los que sufren las consecuencias de estos. Para ellos todo está diseñado para perpetuar el sistema. Y ellos son las víctimas. Este tipo de conspiranoico vive en una especie de "plano superior", ya que ellos se han dado cuenta de todo y el resto de la especie vive en un engaño perpetuo. Estos tienen teorías como que el fútbol es un invento del poder para alienar a la gente y que se olviden de sus problemas, y acuden a recursos como "esto no es nuevo... ya lo hacían los romanos con el pan y circo". Suelen aplicar sus teorías a todos los acontecimientos de gran magnitud que ocurren en el mundo, y ven un perfecto caldo de cultivo en los grandes atentados terroristas tipo 11M, 11S o asesinatos de presidentes.

Pasamos al conspiranoico del día a día. Estos lo tienen más jodido ya que viven en un contínuo estado de estres que no les lleva a nada. El conspiranoico del día a día es como los anteriores sólo que, en este caso, toda la culpa sus males la tienen sus allegados y la gente que le rodea. Es el que llega a un bar y pide un café con la leche templada. Si se la ponen más caliente de lo previsto, ni se le pasa por la cabeza que al camarero se le haya podido ir la mano al calentar la lechera... no. Para él, el camarero es un tío muy poco profesional que no a atendido su petición. E incluso puede que lo haya hecho queriendo para fastidiar. Es el que cateaba un examen porque el profesor le tenía manía y, si ligaba poco, era porque sus compañeros conspiradores le hablaban mal de él a la chica en cuestión.

Podría seguir con más tipos de conspiranoicos, pero creo que, con esto, nos hacemos una idea de esta peculiar forma de ver la vida que es la conspiranoia. Los conspiranoicos suelen discutir poco. ya que están tan convencidos de sus planteamientos que, cuando alguien las pone en duda, prefieren cambiar de tema. Suelen afianzar sus ideas rodeándose de conspiranoicos como ellos que han tenido la "suerte" de "darse cuenta de las cosas".

La verdad es que pienso que no es una mala forma de afrontar el conocimiento del ser humano y sus relaciones. Es una manera fácil de quitarse responsabilidades y echar la culpa a "otros" de todo lo que pasa en el mundo. Incluso puede que hasta puedan tener razón en alguna ocasión... pero ya me gustaría a mí ver a ese parado que se está viendo su partidito en el bar de abajo para relajarse un poco y, que llegara uno de estos y dijera: "Quitad la tele!!!... Están alienando al pueblo!!!... La hostia que se iba a llevar iba a ser menúa...

Rafa Cuevas 2015


Comentarios

  1. En un escenario como el actual, de máxima concentración de riqueza, redes clientelares, y control del poder político por parte de quien lo financia; paro sistemico, modelos económicos basados en burbujas especulativas en torno a la vivienda, el local comercial, el piso-oficina, (los alquileres inflados sobre los que se sustentan nuestras vidas y negocios),...etc, etc, defender el discurso neoliberal de, "el individuo es responsable de todo lo que le pasa", y como contrapartida, lo demuestra el hombre triunfador "hecho a si mismo", resulta casi ingenuo u ofensivo.

    Muy neocon en un momento en el que el muro de Berlin del neoliberalismo ha caído y con el, la premisa de que somos dueños de todas nuestras circunstancias.

    Con todo el cariño te digo que la habitual caricatura que se hace desde el conservadurismo del "antisistema", ya no concuerda con ese perfil exagerado y pierde credibilidad ante la evidencia de la realidad social y política actual, y sobre todo ante la certeza de que no tenemos mucho margen para decidir en materia económica y política, (los programas que se votan nunca se cumplen), que es la base de la convivencia, las normas que regulan nuestro trabajo, de como nos relacionamos con los demas, etc.

    Una cosa es la libertad individual, siempre ligada a la realidad económica y política (una liberta condicionada por tanto), y otra trasladar la responsabilidad de absolutamente todo, de mi relación con mi suegra por ejemplo, a la mafia financiera que sufraga y compra a las cúpulas de los principales partidos. Que ocurre.

    Tienes razón en que no son responsables de todo lo que me ocurra,, pero si de una parte sustancial de mi vida de la que no soy dueño, ni ahora ni en tiempos de Julio Cesar.

    Siempre hay un sistema, una oligarquía, una élite, más o menos benigna dependiendo de la capacidad de aguante o engaño de la que es capaz de soportar una sociedad.

    En la pantomima pseudodemocratica, es imprescindible hacernos creer que tenemos el control. Bajo esa premisa el mundo se divide en perdedores y ganadores, (versión calvinista de entender el mundo), responsables de todo lo que a cada uno le ocurra en la vida.

    El poder económico o la excesiva concentración de poder no es que sea el mal en si mismo. Seria como decir que un terremoto carece de ética o moral cuando se manifiesta.
    Esta en sus genes multiplicar y concentrar aun más esa riqueza. Sin valoraciones infantiles de buenos, o malos,. Es su dinámica natural y como en la naturaleza se aplica la ley del más fuente y la inercia propia.

    Conspiranoicos existen, desde luego, también entre los que piensan que los antisistema están por todos sitios poniendo en peligro su status quo.

    No relacionaria yo el criticar el modelo oligarca en el que vivimos y sus consecuencias en nuestras vidas, con los Conspiranoicos,... los extraterrestres malignos, la vuelta de satan, la amenaza comunista, la conspiración judeomasonica, o la invasión de los ultracuerpos, que en el fondo es otra forma de ocio y consumo y si no que se lo digan a Iker Jiménez.

    Casi nada es casual cuando se habla de dinero y negocios. La saga del padrino nos enseña algo sobre esto.

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